La crisis climática es hoy más importante que nunca. El cambio climático es una realidad y la tendencia es que se irá agravando en el futuro si no hacemos algo. Inundaciones, sequías, meteorología adversa, incendios forestales o el aumento del nivel del mar, afectan a todos los rincones del planeta.
En función de la zona geográfica, el grado y tipo de impactos a los que se exponen los países difiere, pero todos tienen algo en común: la necesidad de frenarlos. Los impactos del cambio climático serán cada vez más frecuentes y generarán cada vez mayores pérdidas (sociales, económicas y ambientales, de manera que la resiliencia y la adaptación a las circunstancias específicas de cada región, son los ejes claves de la estrategia a seguir para hacer frente a la mayor crisis mundial que hemos vivido.
Con el fin de lograr una mayor comprensión de estos escenarios, la Agencia Europea del Medio Ambiente ha publicado una serie de mapas de los riesgos climáticos más frecuentes en Europa, en los que se muestra cómo las diferentes regiones podrían verse afectada por estos. Así pues, ¿cuáles son los riesgos climáticos en España?
Sequías
Según estos mapas, en el sur de Europa se proyecta que las sequías severas serán más habituales. También se prevé que la frecuencia de sequía aumente en Europa central y occidental, mientras que puede disminuir en algunas regiones limitadas del norte de Europa. Sin embargo, el mayor aumento en el número de eventos de sequía en Europa se proyecta para la Península Ibérica¸ un hecho que traerá consigo un aumento del riesgo de desertificación con la que tendrá que lidiar.
Cambio proyectado en las sequías meteorológicas para un escenario de altas emisiones (período 2041-2070, en comparación con 1981-2010)
Pero la desertificación no es la única consecuencia. Ante la escasez de agua -y si no se toman las medidas oportunas para su correcta gestión-, se corre el riesgo de que aumente la competencia por el mismo entre los principales usuarios, como la agricultura, la industria y el uso doméstico, exacerbando aún más la situación.
Lluvias
La mayoría de las inundaciones repentinas son consecuencia de fuertes lluvias en un corto período de tiempo, de horas a días. Según los mapas europeos, se prevé que el cambio climático provoque una mayor intensidad de precipitación en la mayor parte de Europa, lo que aumentaría el riesgo de inundaciones repentinas. En concreto, los mayores aumentos, que llegan hasta un 35 %, se proyectan para Europa central y oriental. El sur de Europa podría ver aumentos en las fuertes lluvias de hasta un 25 % durante la época invernal.
Cambios proyectados en la magnitud de las fuertes lluvias en invierno y verano en el período 2071-2100, en comparación con 1971-2000 para un escenario de altas emisiones
Pero la AEMA no es la única Agencia que advierte sobre ello. Datos de la AEMET reflejaron que Europa experimentó en verano de 2019 récords de temperatura, donde las olas de calor en España ya tienden a ser más frecuentes e intensas. Además, nuestro país ha comenzado 2020 registrando récords de precipitación, dejando consecuencias devastadoras como las que pudimos ver durante el paso de la borrasca Gloria.
Aumento del nivel del mar
Prácticamente todas las regiones costeras en Europa han experimentado un aumento en el nivel absoluto del mar que, en combinación con las marejadas ciclónicas, amenazan de manera sustancial los ecosistemas costeros, los recursos hídricos, los asentamientos, las infraestructuras y las vidas humanas. Es más, se estima que la tasa de aumento del nivel medio del mar a nivel mundial durante el siglo XXI será probablemente mayor que durante el período 1971-2015.
Según los mapas, bajo el escenario de bajas emisiones, las costas europeas experimentarían un aumento medio del nivel del mar entre 0.2 m y 0.4 m, con la excepción del norte del Mar Báltico y la costa del Atlántico norte, que están experimentando un aumento considerable de la tierra debido al rebote post-glacial. En el caso de un escenario de altas emisiones, las costas europeas experimentarían un aumento medio del nivel del mar entre 0.4 m y 1.0 m (según algunos estudios de hasta 2.5 m).
Aumento proyectado en el nivel relativo del mar a fines del siglo XXI para dos escenarios de emisiones, en comparación con el período 1981-2010
Inundaciones
El aumento del mar y la mayor intensidad de precipitaciones antes mencionados contribuirán al aumento de las inundaciones costeras a lo largo de todo el continente europeo y, por ende, en España. Grandes cambios en la frecuencia de inundaciones podrían conllevar a que lo que es un evento extremo y más o menos puntual hoy en día, podría convertirse en la norma para fines de siglo en algunos lugares. De acuerdo a los mapas de la AEMA, se estima que la frecuencia de las inundaciones costeras aumentará en más de un factor de 10 en muchos lugares europeos, y en un factor de más de 100 o incluso 1000 en algunos lugares durante el siglo XXI, dependiendo del escenario de emisiones.
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Cambios proyectados en la frecuencia de inundaciones costeras para dos escenarios de emisiones
Cambio climático y agricultura
El sector agrícola no es ni de lejos ajeno a los impactos del cambio climático. El aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2, el incremento de la y los cambios en los patrones de precipitación, incluidas las condiciones de sequía, afectan la cantidad, la calidad y la estabilidad de la producción de alimentos. Si bien no se espera que la seguridad alimentaria en la Unión Europea esté en riesgo, los impactos del cambio climático afectan a la producción agrícola, al comercio y, en última instancia, a los precios de los productos agrícolas y los ingresos de los agricultores. Es por ello que la Agencia Europea del Medio Ambiente ha querido estimar en estos mapas los cambios en los ingresos de los agricultores (en porcentaje) entre una línea de base de 2004 y 2020 para un escenario climático y socioeconómico dado (incluidos los ajustes de precios globales), con y sin medidas técnicas de adaptación.
Cambio de ingresos estimado para agricultores con y sin adaptación
El cambio climático es inevitable. Es una realidad a la que debemos enfrentarnos. Un reto común, no solo de España o de Europa. Es el desafío global de nuestro tiempo y depende de nosotros disminuir la magnitud de sus impactos. Y es que la expresión “piensa globalmente, actúa localmente” nunca ha tenido tanto sentido como dentro del contexto de cambio climático. ¿A qué estamos esperando?
