La sesión dedicada a Materiales y Equipos para el riego en la segunda jornada de Nuevo Regadío Forum 2023, continuó con la intervención de Nery Zapata Ruíz, científico titular de la Estación Experimental de Aula Dei del CSIC, que habló sobre el riego por aspersión a baja presión a través de dos estudios experimentales, uno sobre el maíz y otro sobre la alfalfa. «En el marco de aumento del coste de la energía, nos hemos enfocado en tratar de reducir la energía necesaria en parcela, y para ello reducir la presión necesaria en el aspersor».
Sobre los proyectos, en principio, la baja presión produce una pérdida de calidad en la uniformidad, y esto se ha observado desde hace tiempo. En este sentido, desde el CSIC quisieron estudiar la respuesta del maíz, que es un cultivo bastante sensible al estrés o a la mala uniformidad, si se riega con menos presión. En el primer estudio, no se encontraron diferencias significativas, aunque sí se observó que el efecto de la presión de trabajo no se vio en la producción de grano de maíz. Por otro lado, en cuanto al estudio experimental del riego a baja presión sobre alfalfa, no se observaron diferencias en uniformidad entre el tratamiento con presión estándar y con baja presión.
Para concluir, Nery Zapata indicó que se pueden revisar a la baja las presiones de los bombeos existentes, aunque esto implica estudiar el efecto sobre las coberturas, como la necesidad o no de cambiar boquillas. «Al diseñar nuevas redes de riego, no se deben de dejar fuera de riego las zonas de presiones ligeramente bajas: se pueden regar de forma satisfactoria con menos presión», dijo. «Se trata de diseñar un sector, varios, toda la parcela o una zona regable, para que los aspersores funcionen a baja presión, pero manteniendo los estándares de calidad de forma que no haya variaciones de presión superiores al 20%».
